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Dix ans de retard
7 avril 2022

2022 : 7 avril : Ana Solari : Anthologie bilingue

ana-solari

Ana Solari fait partie des dix auteurs du second volume de mon anthologie uruguayenne bilingue, avec "Mots croisés" un texte traduit par Jacques Aubergy. Je ne l'ai rencontrée qu'une fois à Montevideo, le temps d'un café et d'une longue conversation à une terrasse, dans le quartier de Pocitos. Je tenais à obtenir un texte d'elle, connaissant sa réputation, et je n'ai pas été déçu du choix qu'elle m'a envoyé. Il n'a pas été facile de trancher, mais cette nouvelle est une de mes préférées dans le livre.

anthologie tome 2

 

Palabras Cruzadas[1]

a Andrés Alsina

El flaco Ortolani tenía esa aura que ya nadie tiene. Lo mataron, claro, años después, pero esa es otra historia. Tenía todo para ser un ganador, de ésos que uno imagina arriba de un be-eme, bien trajeado, con una pinta como al descuido un poco desprolija; el mechón de pelo en su sitio pronto para despeinarse con un gesto de la mano recia.

Pero no. Ortolani dejó la facultad por la mitad y se metió a trosko. Iba por la vida con un aire serio y preocupado, pensando. Demostró en seguida que tenía capacidá. Si había que dar un curso de historia, allí iba. Si de filosofía, Ortolani era el candidato; si había que hablar en el sindicato sobre la economía y la explotación, pero no como en una barricada, sino con argumentos y teoría, allí estaba Ortolani. Y pese a eso, a su sabiduría y a su intelectualidá, al flaco lo querían todos. Ortolani de acá para allá. Y él siempre tenía tiempo, entre todo eso, para tomarse un cafecito conmigo, en un boliche que no decía nada, de los de antes, los que están perdidos en una cuadra seca y silenciosa.

Yo llegaba primero y pedía algo. Al rato caía él, con el saco raído de siempre, fuera invierno o verano. Saludaba con un gesto que jamás olvidé y que todavía me persigue en sueños, cuando recupero aquellos años y los extraño. El flaco llegaba y se sentaba. Se acomodaba el saco para no arrugarlo más de lo que estaba, estiraba las piernas bajo la mesa, chocaba invariablemente con las mías y después sonreía.

- ¿Qué hay de nuevo?, decía siempre.

El dueño del boliche, que hacía las veces de mozo y después barría el piso y lo cubría con aserrín, se acercaba a la mesa con un repasador en la mano. Pasaba el trapo, y nunca quedó claro si limpiaba la mesa o el repasador. El asunto es que al rato volvía con el café, la grapa del flaco y algo para picar. Éramos los únicos allí, y al final se convirtió en costumbre. Los lunes de tarde nos juntábamos con Ortolani en el boliche. Un disparate para la seguridá, pensé siempre, pero supuse que el flaco sabía lo que hacía. Una tarde me mostró un paquete envuelto en nylon.

-       ¿A que no sabés lo que tengo acá?

-       Ni idea. Una bomba seguro que no.

-       Es algo parecido. Un juego.

 Abrió la bolsa y sacó una caja celeste y roja, en donde se leía una palabra rara: Scrabble.

-       ¿Y qué es?

-       Palabras cruzadas. Eso es. Es interesante. Hace pensar.

Los lunes siguientes me enseñó a jugar, y cada tanto lo llevaba y entre café y  grapa nos mandábamos alguna partida. Ortolani me ganaba siempre. Después se corrió entre los compañeros que era un crá del juego, y aceptaba desafíos, un poco en broma y un poco en serio. Le decían:

-       Ortolani. Una palabra de siete letras, con ch en el medio y que termina en ele.

Y el flaco iba y la armaba. 

Después la mano se puso dura y se terminaron los lunes, el boliche, el Scrabble y las charlas. Dejé de verlo, pero cada tanto sabía algo de él, y me lo imaginaba, sentado en alguna parte, a la luz de una bombita pobre, estudiando y después abriendo la caja mágica para desentrañar palabras.

Un día a Ortolani y a varios más los cantaron. Le dieron un montón de años y terminó en la cárcel en capital. Pero al año había demasiados presos y hubo que hacer traslados. El gobierno mandó dos trenes repletos a provincia y entre ellos iba el flaco.


[1] Publicado en la antología A través de la piel, ediciones Flora Tristán, 2003. Cuento ganador del V Concurso de cuento latinoamericano “Magda Portal”, Perú. 

ana solari

" Los geranios ", d'Ana Solari (par Laurence Holvoet) - LES LETTRES DE MON TRAPICHE

Casa editorial HUM, Montevideo, 2014, 108 pages. ISBN : 978-9974-699-83-0 L'Uruguayenne Ana Solari (Montevideo,1957) est une touche-à-tout : écrivaine, dramaturge, musicienne, journaliste et professeure d'université. Elle a obtenu plusieurs bourses d'écriture de prestige et parmi elles, celles de la Fondation Guggenheim en 2000, de la Fondation Rockefeller en 2004 et de la Fondation Bogliasco en 2005.

http://lettrestrapiche.canalblog.com

 

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